HISTORIA

  La Peña de Martos, con sus 1003 metros de altitud ha sido desde la época de la prehistoria un elemento muy importante.
   El asentamiento humano se realiza sobre las faldas de la peña, por eso se revela como un lugar privilegiado para la defensa, una verdadera fortaleza natural.
   En la época medieval se levanta un castillo que controlaba todo el territorio del alrededor. Es en esta época cuando musulmanes y cristianos dotan a Martos con un amplio sistema de fortificación. Toda la ciudad se rodea de una serie de muralla que amplia lo que había sido la cerca romana. En cada tramo se construyen torreones de vigilancia y se cierran con puertas que impiden el paso al exterior.
En 1219, Fernando III conquista la Villa, y que en 1228 cedería a la orden de Calatrava para su defensa. Martos se convierte en ciudad fronteriza y adelantada, primer bastión defensivo frente a los musulmanes del reino de Granada.

En el año 1224, Martos pertenecía al reino de Baeza, cuyo rey era un musulmán aliado,tras un pacto que se hizo después de la victoria de Fernando III de la Batalla de las Navas de Tolosa en 1212. En este pacto, este rey musulmán se hizo amigo del rey Fernando y le cedió las plazas de Martos y Andújar porque estaban situadas en sitios muy importantes, para así poder continuar conquistando territorio a los moros.

En éstas estaban cuando el rey Aben Alhamar de Granada, que por cierto era de Arjona y ya había hecho tratos con Fernando III anteriormente, se enteró que el alcaide de Martos,que era Don Alvar Pérez de Castro, el esposo de Doña Mencía, estaba tratando unos asuntos con el rey en Toledo y quiso conquistar de nuevo Martos porque a él le venía muy bien este territorio, además se enteró de que Martos apenas había soldados para defenderlo porque el que se había quedado al mando se había ido con todos a luchar a otro sitio.

Imaginaos al rey Alhamar frotándose las manos cuando se enteró de que en Martos sólo había 40 hombres armados para defenderlo. Ya se veía él en su castillo de la peña cómodamente instalado. Con lo que él no contaba es que, quizá en Martos no había hombres, pero sí que había mujeres y muchas, a la cabeza de todas estaba la mujerdel alcaide, Doña Mencía, que como bien dice el refrán:"Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer".

Pues a esta gran mujer, que por cierto sería muy lista pero era un poquito fea, cuando se vio rodeada de moros por todas partes y sin hombres que las defendieran, se le ocurrió la fantástica idea de vestir a todas las mujeres de hombres. Con los trajes de soldados de repuesto que tenían los hombres en los armarios, disfrazó a todas las mujeres de Martos y las colocó en todas las torres y en todas las almenas.

Cuando Alhamar vió desde lejos las murallas de la ciudad llenas de soldados se asustó, le echó una bronca monumental a su visir que le había dicho que no había hombres en la ciudad, dio media vuelta y salió corriendo como el perro que trepó la olla, como dicen en mi pueblo.

LA ERA MODERNA.

 Todo ello demuestra la importancia civil y económica de la ciudad. Fue la ciudad ibera, convertida en época romana, en colonia Augusta Gemella. Con los visigodos fue su sede Episcopal y los musulmanes le dieron el nombre definitivo de Martos. Tras la conquista cristiana se convirtió en la Capital de la Orden de Calatrava en el alto Guadalquivir. Estos acontecimientos, en el siglo XVI, serán especialmente importantes y significativos para la villa de Martos. En este siglo se producen grandes cambios que contribuyen a configurar la imagen moderna de la ciudad. Personalidades, como el Gobernador Pedro Aboz Enríquez, arquitecto-escultor, Francisco del Castillo, colaboran a estos cambios. No podemos olvidarnos de Diego de Villalta, humanista, que estudia la historia de la ciudad, aportando gran cantidad de datos y exponiendo un origen mitológico. En este siglo el desarrollo de Martos, en el concepto arquitectónico, es muy interesante, destacando el manierismo andaluz. Es Francisco del Castillo con sus obras mas interesantes, el que expresa mejor esta clase de movimiento andaluz, con la Cárcel y Cabildo (actual Ayuntamiento), el Pilar de la Fuente Nueva, remodela el interior de la Iglesia de Santa Marta levantando gigantescas columnas de orden toscano y al mismo tiempo construye su elegante Torre Campanario. A destacar, el edificio de la antigua Cárcel y Cabildo. Su fachada principal, flanqueada por dos pilastras dóricas fajadas con dintel despiezado sobre el que aparece un frontón triangular que se parte para acoger el escudo de los Austrias, a ambos lados, las figuras escultóricas de la Justicia y la Misericordia. En los laterales, los escudos de Martos y del gobernador Aboz Enríquez. Es muy interesante el zócalo de la fachada lateral, por su conjunto de láminas romanas y restos arqueológicos. La obra de Francisco del Castillo, - 13 - subjetivamente, está en la monumental Fuente Nueva. Consta de un pilar abrevadero y otro más pequeño en el que dos leones esquemáticos, hacen de caños arrojando el agua, así como un gran zócalo o frontal. En el zócalo se utiliza el almohadillado, destacando la rusticidad y monumentalidad propia de Francisco del Castillo. En él la heráldica es la protagonista; en el centro, el escudo de los Austrias, a los lados el escudo de Martos y el del gobernador Aboz Enríquez. Este arquitecto dejó su importante obra arquitectónica, no solo en Martos, sino en todo el ámbito andaluz. Miguel Calvo en su poemario, “MARTOS A GOLPE DE SONETO.



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